10/12/14

La poética de las piedras. Reflexiones sobre ADONDE MARCHABA, de Nicolás Melini

Las piedras son elementos de la naturaleza que vienen a representar una dureza inanimada, la aridez de la tierra yerma, e incluso el vacío de la miseria en ese cuento de la sopa que comen los pobres para engañar al hambre. Pero como nos recuerda Nicolás Melini, para los antiguos mayas eran la sede del dios.

Tal vez, los versos que componen este libro, ADONDE MARCHABA, fueron escritos desde la residencia vacía de un dios olvidado, donde reside ahora la nostalgia del paraíso, el paraíso en la tierra, en la piedra. Lo terrenal y lo divino en harmonía; un espacio de encuentro; una visión de la naturaleza arraigada en el tiempo de la inocencia, que corresponde a la infancia, a la infancia del poeta y a la infancia del mundo, del ser humano, pero que ocupa hoy, esa inocencia, un reducto de resistencia contra la arrolladora fuerza de una modernidad adulta, cuya mayor aportación a la historia es haber convertido las piedras en piedras.

La mirada de Nicolás Melini, sus palabras, se posan como imágenes en la realidad material, con el anhelo de lo perdido y la convicción de que ese misterio sigue presente a pesar de todo, en las hojas que son estrellas, en un tatuaje sobre la piel donde se concentra la totalidad de un cuerpo y de su ser, y claro está, en la literatura.

Palabras e imágenes forman una constelación, un universo propio en el que se manifiesta la búsqueda de aquello que sólo podemos encontrar en el suelo que pisamos, en las piedras vacías, en esa mar en el que caer y sumergirse una y otra vez desde la infancia y hasta la eternidad.