2/5/18

Cuando la revolución termine

Reseña publicada en el número 02 de la revista La Hiedra
La primera novela de la escritora hispano siria Leila Nachawati nos sitúa ante una crónica sentimental, en el mejor de los sentidos, de la revolución siria y quienes la protagonizan. Una multiplicidad de voces configuran una estructura fragmentada, una suerte de red de personajes vinculados entre sí por un hilo invisible, un hilo que poco a poco va tirando de ellos y ellas, arrastrándoles hacia el interior de un inmenso agujero. La historia la sufren siempre los pueblos, dice el filósofo Santiago Alba Rico.


Mientras la leía, no he podido evitar pensar en la maravillosa obra de John Reed sobre la revolución bolchevique, Diez días que estremecieron al mundo. En 1917 el reportaje periodístico comprometido resultaba el género indicado para dar a conocer los acontecimientos dramáticos del octubre rojo. En un mundo en el que a través de las redes sociales tenemos tal acceso a la información que podemos incluso “contar los muertos”, labor a la que se dedica una de las protagonistas de la novela, se hace necesaria la construcción de narrativas y relatos que contrarresten la fugacidad y la acumulación implacable que tiende a insensibilizarnos y a confundirnos.

Cuando la revolución termine asume este compromiso. Trazar un mapa, esbozar un paisaje indeleble de la sociedad siria y sus gentes, de sus deseos y sus contradicciones, de su valentía, de sus derrotas y de su esperanza. Cruzar, de la mano de sus personajes, esta historia atroz que aún hoy sigue lanzándonos víctimas a la cara. Comprender, aunque sea de a poco, gracias a una prosa precisa y equilibrada, lúcida y emocional al mismo tiempo, no solo las implicaciones de una revolución y su sangrienta contraparte, sino también el mundo en el que vivimos, el mundo al que debemos enfrentarnos. Con esperanza y compromiso, lección inapelable de esta imprescindible novela.