10/10/20

Morir en México. Terror de Estado y mercados de la muerte en la guerra contra el narco

Morir en México, del periodista estadounidense John Gibler, es un libro sobre los primeros años de la guerra contra el narco lanzada por el presidente Felipe Calderón en diciembre de 2006. Sin embargo, a pesar de abarcar un periodo que no va más allá de 2011, fecha de su publicación en inglés, no deja de ser un libro sobre el presente que señala abiertamente al futuro, y a la imposición de un nuevo paradigma de sociedad en el que la gente de abajo, invisibles, insignificantes, excluidos y marginados, son eliminados sin dejar rastro por un entramado político, militar y económico que opera de forma completamente integrada.

La guerra contra el narco no es una guerra del Estado de derecho contra los cárteles de la droga. Calderón llegó al poder como uno de los presidentes más débiles de la historia de México en un momento de auge de los movimientos populares. Lanzó su guerra como estrategia contrainsurgente y para fortalecerse políticamente. Las consecuencias fueron desastrosas. El negocio ilícito de la producción y distribución de drogas no solo se extendió y multiplicó. Se generó un negocio de la muerte, con la participación directa de las fuerzas de seguridad del estado y del estado mismo, que ha convertido México en uno de los países del mundo con mayor número de muertes violentas.

El libro de Gibler tiene varios niveles de lectura. Es un libro sobre la guerra contra el narco, que consigue aclarar quien es quien y qué papel juega cada cual en el entramado de violencia y represión que asola México aun en la actualidad. Es un libro sobre la gente que sufre esa violencia, sobre como vive en ese contexto, como resiste, como lucha por la vida según sus posibilidades. Es un libro, por encima de todo, sobre los periodistas, que intentan ejercer su profesión con la mayor dignidad posible, sabiendo que su vida está amenazada, viéndose obligados a callar gran parte de la información de que disponen.

Informar es arriesgado, porque atenta contra la confusión y la opacidad provocadas y fomentadas por la propia dinámica de la guerra y por el discurso oficial, que culpabiliza a la víctima. Algo habrá hecho, en algo andará, si el narco ha acabado contigo, es que algo tenías que ver con el narco. Informar es peligroso si rompes con ese discurso y señalas la complicidad del estado. Por eso México es uno de los países del mundo con mayor número de periodistas asesinados.

Uno de esos periodistas es Javier Valdez, asesinado a mediados de este mes de Mayo en Culiacán, en el estado de Sinaloa, sede de uno de los principales cárteles mexicanos. Javier Valdez es un personaje de Morir en México, un veterano que acoge al recién llegado John Gibler, le aconseja, le guía, le cuenta los pormenores del trabajo de un periodista encargado de cubrir la guerra del narco. En el libro se describe este encuentro, así como la personalidad y el compromiso de Valdez. Resulta sobrecogedor escuchar a John Gibler, en una presentación organizada por la editorial, hablando de su amigo Javier pocos días después del asesinato, como sobrecogedora es la lectura de un libro que trasciende lo puramente exótico.

Porque Morir en México no es un libro sobre un conflicto extraño en un país lejano, es un libro sobre el terror de estado, sobre la gente que lo sufre y resiste, sobre el periodismo y su papel fundamental para garantizar la justicia y el estado de derecho. John Gibler trasciende también lo puramente periodístico, con una narración en primera persona directa pero a la vez sensible y comprometida, que enfatiza el protagonismo de la gente sobre la que habla. Su mirada mantiene la distancia justa para transmitir la doble cara de esa atroz experiencia: el miedo, la indefensión, el sufrimiento, y al mismo tiempo la tenacidad, la dignidad, la resistencia de quienes, de una forma u otra, se enfrentan a un contexto de extrema dureza. Es en esa resistencia donde encontramos señales de esperanza, señales de lo que podríamos llamar vivir en México.